lunes, agosto 15, 2005

Rompecabezas...


Durante la madrugada la mente me daba vueltas...
me jugaba una mala pasada.
Eran las piezas del rompecabezas que durante un tiempillo atrás
yo quería acomodar, sin resultado alguno.
Unas de ellas... extraordinariamente maravillosas,
otras, otras simplemente... indiferentes.
Eran mis ojos los que no querían ver...
indiferencia, es acaso, sinónimo de ceguera?
Los colores llamativos de las piezas del rompecabezas
me hipnotizaban y me aludían a quedarme observándolas,
acariciándolas, pero sobre todo... amándolas.
Mi intuición lo sabía, pero yo le refutaba,
protestaba y mascullaba entre dientes...
como consecuencia de ello... mis oídos estaban inertes.
Deseaba con todo mi ser que estas piezas tan bellas
completaran mi obra....que curioso... "mi obra".
No entendía por qué los renglones torcidos de Dios
me causaban tanta migraña...
Ha llovido a cántaros... lluvia sagrada
y cada gota a abatido con justicia cada fragmento....
Aquellas piezas que mis ojos se negaban a apreciar
y que con un grito mudo me llamaban de manera tránsfuga,
eran las que misteriosamente creaban el abstracto escenario.
Se movían cadenciosamente al compás de los renglones...
gustosas de que al fin... yo dejara de verlas con recelo
La confabulación ha concluido...soy un instrumento de Dios...
es mi turno de entregar el rompecabezas pertrechado
a su destinatario final... quien, irónicamente, álgido y sombrío...
reconocerá su nombre en tan sigilosa creación.
Rubí Kim

domingo, agosto 14, 2005

¿Es el momento o soy yo?

El siguiente poema me lo mostró una persona a la que amé en silencio durante algún tiempo... sin esperanza alguna. Su ilusión me mantuvo con la cara en alto y con el corazón protegido. Me ayudó a sanar y a ser más fuerte. Me levantó cuando había caido y me brindó su incondicional apoyo... a lo lejos , muy a lo lejos, pero tan cerca de mí... ahora lo lanzo al aire por su gran significado. Por haber estado allí y por estar ahora... quiero que sepas... que la respuesta a aquella pregunta de antaño es un simple.... "sí, fuiste tú". Siempre tú.
Rubí Kim

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Neruda

sábado, agosto 13, 2005

¿Porqué me duele tanto el amor?



Creo que el amor me duele porque es justo.
Por que el amor es la homeostasis perfecta.
Porque cuando comienzas a tener una ilusión... no arriesgas tanto.
Pero cuando caes en las garras del amor... conoces el cielo y el infierno.
El amor me duele tanto...
porque cuando no estoy contigo siento que me asfixio...
te conviertes entonces en mi verdugo y también...
en la luz que ilumina mi camino dentro de la penumbra.
El amor me duele tanto...
porque el tiempo contigo pasa volando...
pero las demás horas sin tí... son segundos convertidos en latigazos.
En realidad... no me importa que el amor me duela tanto...
el precio a pagar vale cada milésima de centavo cuando estoy a tu lado
provocas en mi la sensación de ver el universo sin abrir los ojos...
de sentirme más viva que nunca y gritarle al mundo entero que estoy en paz,
que estoy feliz y en plenitud...
Porque cuando al final de un día muy atareado... escucho tu voz...
sé que mi día ha valido la pena....
¿Porqué me duele tanto el amor? No lo sé... solo sé que disfruto esos instantes de gloria a tu lado y detesto esos momentos sin tí.
Rubí Kim

miércoles, agosto 03, 2005

Mi charlatana...

Un día más lleno de alegría, felicidad, entusiasmo y.... amor.
Un sol que con sus destellos ilumina mi destino.
Un inmenso mar de paz que me abraza con éxtasis...
no me canso de repetirlo... estoy felíz.
Sin embargo, entre ratos, entre sombras...
mi maldita charlatana pretende que la escuche.
No señor, no lo haré... le he dedicado tanto tiempo a ella, en atender sus estupideces.
Ella cree que no lo sé, ella piensa que sigo siendo la misma de ayer....
Me susurra al oído que todo es pasajero...
que tendré que pagar la factura... porque nada en esta vida es gratis.
Pero yo me pregunto entonces... y si la cuenta esta ya saldada?
Lo que pasa es que no soporta verme así... se revuelca de berrinche,
se traga su rabia, grita y se desespera queriendo llamar mi atención.
La he abandonado y esta celosa.... de que no tenga tiempo para ella,
pues mi mente esta ocupada en algo maravilloso... o en alguien...
Pobrecilla... lo siento mucho nena, por el momento no puedo atenderte.
Llama más tarde.... por lo pronto, espera sentada.

Rubí Kim